es el destinado a la conservación de equipos o instalaciones mediante
realización de revisión y reparación que garanticen su buen
funcionamiento y fiabilidad. El mantenimiento preventivo se realiza en
equipos en condiciones de funcionamiento, por oposición al mantenimiento correctivo que repara o pone en condiciones de funcionamiento aquellos que dejaron de funcionar o están dañados.
El primer objetivo del mantenimiento es evitar o mitigar las
consecuencias de los fallos del equipo, logrando prevenir las
incidencias antes de que estas ocurran. Las tareas de mantenimiento
preventivo incluyen acciones como cambio de piezas desgastadas, cambios
de aceites y lubricantes, etc. El mantenimiento preventivo debe evitar
los fallos en el equipo antes de que estos ocurran.
Algunos de los métodos más habituales para determinar que procesos de
mantenimiento preventivo deben llevarse a cabo son las recomendaciones
de los fabricantes, la legislación vigente, las recomendaciones de
expertos y las acciones llevadas a cabo sobre activos similares.
El mantenimiento preventivo se puede realizar según distintos criterios:
El mantenimiento programado, donde las revisiones se realizan
por tiempo, kilometraje, horas de funcionamiento, etc. Así si ponemos
por ejemplo un automóvil, y determinamos un mantenimiento programado, la
presión de las ruedas se revisa cada quince días, el aceite del motor
se cambia cada 10.000 km, y la cadena de distribución cada 50.000 km.
El mantenimiento predictivo, trata de determinar el momento en
el cual se deben efectuar las reparaciones mediante un seguimiento que
determine el periodo máximo de utilización antes de ser reparado.
El mantenimiento de oportunidad es el que se realiza
aprovechando los periodos de no utilización, evitando de este modo parar
los equipos o las instalaciones cuando están en uso. Volviendo al
ejemplo de nuestro automóvil, si utilizamos el auto solo unos días a la
semana y pretendemos hacer un viaje largo con él, es lógico realizar las
revisiones y posibles reparaciones en los días en los que no
necesitamos el coche, antes de iniciar el viaje, garantizando de este
modo su buen funcionamiento durante el mismo.
Para qué sirve el mantenimiento preventivo
El mantenimiento preventivo constituye una acción, o serie de
acciones necesarias, para alargar la vida útil del equipo e
instalaciones y prevenir la suspensión de las actividades laborales por
imprevistos. Tiene como propósito planificar periodos de paralización de
trabajo en momentos específicos, para inspeccionar y realizar las
acciones de mantenimiento del equipo, con lo que se evitan reparaciones
de emergencia.
Un mantenimiento planificado mejora la productividad hasta en 25%,
reduce 30% los costos de mantenimiento y alarga la vida útil de la
maquinaria y equipo hasta en un 50%.
Los programas de mantenimiento preventivo tradicionales, están
basados en el hecho de que los equipos e instalaciones funcionan ocho
horas laborables al día y cuarenta horas laborables por semana. Si las
máquinas y equipos funcionan por más tiempo, los programas se deben
modificar adecuadamente para asegurar un mantenimiento apropiado y un
equipo duradero.
El área de actividad del mantenimiento preventivo es de vital
importancia en el ámbito de la ejecución de las operaciones en la
industria de cualquier tamaño.

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